Ya hace unas semanas que terminó la Pascua en Almendralejo y, con todas las emociones y vivencias más asentadas en nuestro día a día, os invitamos a conocer lo que supuso la Pascua Misionera y la Contemplativa para algunos de sus participantes:
Nacho Pérez Gómez (Almendralejo) Pascua Misionera:
Unas semanas después de haber vivido una experiencia tan intensa como la Pascua Misionera, aún me late fuerte el corazón y me siento extraño al recordar el clima casi mágico que se crea con los compañeros, tu familia durante una semana, al vivir en el servicio y el amor de Dios.
Ésta ha sido mi primera Pascua Misionera. No tenía ninguna expectativa previa de lo que podía ser o de cómo se desarrollaría. Lo que sí es cierto es que ver a una iglesia en tinieblas abarrotada, totalmente en silencio, y únicamente iluminada con las llamas de las velas de los asistentes, impacta. Y más aún cuando al anunciar la Buena Noticia de la Resurrección, las tinieblas se hacen luz y comienza la fiesta. Cantando, bailando, riendo, llorando; sacerdotes poseídos por el son y empapando con romero a los fieles, niños alborotados de alegría, globos coloreando la iglesia. Son hechos que quedan en la retina y no se olvidan fácilmente. Así celebramos la Vigilia Pascual.
Pero ese fue el final de los finales- aunque no exactamente, la mañana siguiente nos tocó recoger entre emociones de alegría y pena porque llegaba la hora de la despedida. Me refiero a que fue el final de las actividades que estuvimos preparando y disfrutando los días anteriores.
El primer día de la Pascua fuimos enviados a evangelizar con una cruz en el pecho- para algunos con un valor significativo- por el padre Jorge y el padre Antonio San Juan. La tarde del Domingo de Ramos la dedicamos a organizar las actividades de la semana.
Algunos tuvieron, el lunes, que cantar y dejarse animar por el espíritu de mayores dependientes; otros jugaron y sintieron el afecto de los niños de Campoarañuelo (que siguen preguntando por vosotros y os recuerdan mucho); también hubo actividades con los pequeños de la catequesis de Los Padres, y por último, varios salieron a la calle a misionar. De esta forma, nos fuimos turnando los días sucesivos para poder tocar todas las actividades. A título personal, salir a hablar directamente con mis vecinos y amigos del pueblo fue algo chocante y costó al principio. Decía para mí – “a ver de qué forma le explico a esta persona lo que estoy haciendo aquí”-; no obstante, las reacciones que tuvimos de la gente y la formación que nos dio Martín me hicieron ver las cosas desde un punto de vista diferente.
Aparte de estas actividades, también nos encargábamos de realizar la oración de la mañana. Cada día aparecían más personas, de manera que tuvimos que mudarnos de la capilla a la iglesia para dar cabida a todos. El día lo terminábamos todos juntos dando gracias con la canción Hoy señor te daré las gracias por mi vivir…
Los oficios del Triduo Pascual también corrían de nuestra cuenta. Sinceramente, no recordaba haber vivido las ceremonias del Jueves Santo y del Viernes Santo. Trabajar en estos oficios y darles todo el sentido que poseen te permite disfrutar de una alegría silenciosa que años anteriores me hubiera pasado desapercibida en la Semana Santa.
El buen rollo con los compañeros fue primordial para que la Pascua Misionera fuera aún más especial. Poco a poco vas entablando amistad con las caras desconocidas y descubres cosas nuevas de los ya conocidos. Uno de los mejores momentos del día eran las comidas, cuando nos dispersábamos en las mesas de los achos, los madafacas y la Santa Cena. Muchas gracias a todos ellos y también al otro grupo de personas de la Pascua Contemplativa que, a veces, pasaban desapercibidos, pero que completaban nuestra función.
Finalmente, quiero agradecer también a los cocineros, a Pili (madre de Jorge), a los padres y hermanos adoptivos, al coro local, a Inma y Javi, y en definitiva, a todas las personas cercanas a la iglesia de Los Padres que nos ayudaron, acompañaron y disfrutaron igual o más que nosotros.
Como resumen y con la experiencia de haber tenido que trasladar a mi entorno diario lo asimilado en la Pascua Misionera, me quedo con una frase del refranero popular español que dijo nuestra directora de orquesta Luisa: AMOR CON AMOR SE PAGA.
José Andrés Cobos (Granada) Pascua Contemplativa:
Este año quería vivir una Pascua diferente, así que decidí apuntarme a la Pascua contemplativa. No sabía qué experiencia me iba a esperar, pero tenía una cosa clara: quería tener una Pascua en la que encontrarme con Dios y tenía la certeza de que en esta Pascua lo iba a conseguir. Así que empecé la Pascua con una gran predisposición lo que me ayudó a conseguir lo que me había propuesto esta Semana Santa.
Vivir esta experiencia ha sido increíble, nunca pensé que sería capaz de estar tanto tiempo en la presencia de Dios de una manera tan especial como es contemplando un Icono. Cada día se nos presentaba uno nuevo, con un tema especifico para el día en el que estábamos (Jueves Santo, Viernes Santo…). Cada Icono nos hacía sentir algo diferente a cada uno de los participantes de esta Pascua. Para mi cada Icono me ayuda a pensar sobre cada una de las situaciones que vivo cada día en mi entorno desde mis obligaciones, mis alegrías, mis dificultades…. Y contemplarlos me hizo sentir que en todos esos momentos Dios estaba presente.
Vivir una Pascua desde la contemplación es algo que no se me hubiera ocurrido hacer hace un par de años, porque es algo diferente: ponerte en presencia de Dios a través de un Icono en lugar de ir únicamente a los oficios del día y luego disfrutar de la semana santa. Pero ha resultado ser une experiencia muy gratificante.
Hubo ciertas dudas de que a mi edad (18 años) pudiera tener una buena experiencia de Dios durante la contemplación, porque es cierto que se podía hacer “pesado” estar 2-3 horas delante de una imagen únicamente en presencia de Dios y leyendo la Biblia o reflexionando sobre los temas que se nos planteaban al principio del día. Sin embargo, son momentos que un cristiano necesita, tenga la edad que tenga; porque aunque estar en presencia de Dios durante mucho tiempo sea difícil, si se hace con predisposición te ayuda mucho. Conseguí tener esos momentos que uno no puede o no quiere tener en su día a día: momentos en los que estás tú y Dios, sin distracciones; momentos en los que te das cuenta de lo que Él quiere de ti. Además tras esos momentos de oración, viví las celebraciones desde una nueva perspectiva, viviendo cada momento al 100%. De una manera más especial la celebración de la Resurrección del Señor, en la que la alegría es el culmen de esta Pascua que he vivido, disfrutado y aprendido de lo que Dios tiene preparado para mí.
Resumiendo ha sido una Pascua en la que Dios ha sido el centro, en la que nada ha sido capaz de distraerme. El estar en su presencia me ha llenado de paz y de fuerzas para afrontar diariamente todo lo que me ocurre en mi entorno, a ver las cosas como imagen de Dios.
Teté Díaz del Junco, Sevilla (Pascua Misionera):
Una llamada. Eso fue lo que sentí como el resto de mis compañeros hace varias semanas. Una llamada que sentía con miedo, nervios, incertidumbre pero a la vez con ganas e ilusión. Era una llamada de envío que me hacía Dios en este momento de mi vida para irme a Almendralejo a vivir una de las grandes experiencias de mi vida. Es imposible encontrar palabras para poder expresar todo lo vivido y sentido en esa semana. No es sólo lo que hicimos allí sino todo lo que sentimos en cada cosa que hacíamos, en cada cosa que preparabamos, en cada juego con los niños, en cada misión en salida, en cada oración, en cada celebración… Aprendí que hay que ser misionera allí donde Dios me envíe, allí donde necesiten de mi y del Amor de Dios. Porque cuando te sientes tocada por el Amor de Dios tu vida no puede quedar indiferente. Y eso es lo que me ha pasado a mi.
Así me he sentido yo, amada por Dios, por su Grandeza, por su servicio, por su amor hasta el extremo. Por ello no puedo quedarme como si no hubiese pasado nada en mi vida. Y a través de Amor y del Servicio podemos hacer presente a Dios entre nosotros. Porque una cosa si que esta clara que “Amor por amor se paga”.